En Colombia hacen falta modelos a seguir, por eso un hijo mata a su mamá y a su hermano por dinero: Manuel Darío Carvajal

Es psicólogo clínico y analiza desde su profesión el caso del asesinato de Mauricio Leal y su progenitora a manos de su hermano. Además, hace un diagnóstico de la personalidad de dos de los precandidatos a la Presidencia. Carvajal es un reconocido Master & Profesional Coach, que aspira a ser senador, porque asegura que al Congreso hay que tratarlo desde adentro. 

ENTREVISTA

Domingo, 23 de enero del 2022

EL HOME NOTICIAS logró un interesante diálogo con Manuel Darío Carvajal Trillos, un profesional especializado en la salud mental, quien teniendo un excelente currículum vitae en la empresa privada, en reconocidas clínicas del país,  decide dejarlo todo para aspirar a una curul en el Senado de la República. Asegura que hay que dejar de mentir, de no usar falsas promesas a cambio de poder.

Nos habló de sus experiencias, entre estas la de haber sido Secretario de Despacho y Alto Consejero para el Bienestar y la Felicidad de la Gobernación de Cundinamarca. Además, de temas tan cruciales y álgidos como el análisis de la personalidad de algunos aspirantes a la Presidencia. Dijo, que había que centrarse en dos de ellos, los más enfermos, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández.

Carvajal Trillos también observó el comportamiento de Yhonier Leal Hernández, el confeso asesino  del estilista Mauricio Leal y de su señora madre, Marleny Hernández. Aseguró que es un problema de personalidad  que nace en la mala formación de los colombianos, que hay que “hacer mejores programas de acompañamiento y de reflexión en las juventudes”.

Este psicólogo clínico, con casi 20 años de experiencia como director de recursos humanos, y con maestría en los Estados Unidos y España, asegura que “se necesita una transformación integral, de la manera de pensar de los colombianos, un cambio desde bien adentro.

Cuándo vemos la hoja de vida de Darío Carvajal Trillos nos topamos con un profesional con importantes cargos en la empresa privada y entidades públicas,  sin embargo, deja todo esto por llegar al Congreso de la República. ¿No sería una locura?

Me tildan de muchas cosas, hasta de loco,  pero principalmente que soy un buen ser humano. De ponerme en los zapatos de los demás. Es porque en eso es que he trabajado siempre (…) Siendo los ocupantes de este hermoso planeta somos los que más lo destruimos con una mala conducta. Por eso salí a investigar el comportamiento del ser humano a nivel mundial para ver qué era lo que nos pasaba aquí en Colombia y cómo mejorar los índices de calidad de vida, sin tener que guiarnos por las estadísticas del DANE.

Una de las cosas que me llevó a querer hacer algo es que vi morir a mi hijo, en mis brazos, sé lo que significa y  cuánto le cuesta a un padre perder a un hijo, lo que duele. La ley de la vida dice que los hijos deben enterrar a sus padres y no los padres a sus hijos. Pero, hasta que no se conoce ese tipo de dolores no te interesa el saneamiento o la sanación mental del colombiano.

Hemos escuchado decir que a Manuel Darío Carvajal le llaman ‘el gurú de la felicidad y el liderazgo’ ¿Qué pretende hacer un ‘gurú’ en el Congreso, es que piensa llevarle felicidad a los congresistas porque son infelices?

Pienso llevarles felicidad a los colombianos. Es hora de que la gente entienda qué puede llegar a ser feliz con lo que tiene no con lo que desea tener. Tenemos frases tan ‘bonitas’ como al caído caerle. Otra, que la vecina está buena. Los que dicen esto no se dan cuenta que sus esposas son también la vecina de sus vecinos. El 68% de los empleos están en la informalidad. De estos el 63% son madres cabezas de familia que salen a trabajar y no tienen a quién dejarles sus hijos. Eso es falta de bienestar y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar tiene abandonada la felicidad.

Esto es un asunto serio. La felicidad no es estar muertos de la risa, es un equilibrio entre el bien estar y el mal estar. Se puede lograr a partir de reconocer que tengo cosas malas, pero que puedo mejorarlas. Si no caigo en conciencia de que tengo que mejorar mis cosas cómo levanto, entonces, esos son los verdaderos índices de calidad de vida.

Los políticos tienen una frase trillada, la de que ‘hay que acabar con la corrupción’. ¿Un psicólogo clínico podrá mandar a los colombianos un mensaje diferente, que les haga cambiar su manera de opinar?

Así es, ese es el discurso de todos los políticos, qué hay que acabar con la corrupción. Pero deberíamos preguntarles ¿Qué van a hacer para acabarla?  No saben cómo hacerlo. No entienden que lo primero es lograr la real separación de los tres poderes del Estado.

Debemos tomar conciencia de la necesidad de esta separación. Sobre todo el poder del Presidente para que el pueblo sea el jefe y absoluto soberano. Si no lo hacemos estamos jodidos.

Tenemos por hacer una revolución de pequeños detalles, del comportamiento, como el de no ofrecerle plata a un policía, si usted sabe que cometió una falta deje que le hagan el parte, si lo tiene que pagar páguelo. Pero, sí está convencido de que lo están incriminando por lo que no hizo pida justicia. El cambio empieza en estos pequeños detalles, sí yo le enseño a mis hijos a decir mentiras, cómo aquel cuando llaman del banco y el padre les dice, ‘dígale que no estoy’. Este es desde ahí en dónde arranca la corrupción. Le estamos enseñando al niño que con las mentiras puede transar las cosas.

Manuel Darío Carvajal Trillos, psicólogo clínico, es un reconocido conferencista, a quien muchos llaman como ‘el Gurú de la felicidad’.

Vemos que es usted muy didáctico, siempre habla de la educación, la formación y el cambiar del comportamiento ciudadano ¿Su manera de ver la política no se asemeja a la de Antanas Mockus?

De hecho, considero a Antanas Mockus como un maestro, con la diferencia de que él arrancó por la ciudad Capital. Yo lo hice en el departamento de Cundinamarca, intentando innovar la malla curricular. Somos afines en que ambos buscamos un cambio en el comportamiento del colombiano, de respetar para ser respetado.

Tengo diferencias con los demás políticos y muy marcadas, en mi forma de pensar, como que no necesito tomarme una fotografía con un papá político para que me crean. Por eso es que en las vallas publicitarias estoy solo. Lo primero es que siento temor de Dios, y el día que yo agarré una moneda, que no sea mía, que sea Él el que me castigue.

¿No cree que es imposible que un psicólogo clínico cambie esa manera de hacer política de nuestros congresistas, de esos que llevan todas sus vidas haciendo lo mismo?

Al menos hay que intentarlo. Hay que hacer transformaciones en la Constitución, el manual de funciones,  que lleven a  manejar el país como una empresa. Debemos tener objetivos de desarrollo sostenible, los ocho primeros, para mejorar la calidad de vida de los colombianos.

Es decir, modificar la ley 1616 del 2013 (es la que habla de la garantía de la salud mental del colombiano). Es imposible que un adulto mayor, en estado de depresión, solo tenga 15 minutos para ser atendido por un psicólogo. Los adultos mayores se nos están muriendo, los estamos dejando morir, porque no hay quien los atienda. El decir, es que ese ‘man’ ya va saliendo. Lo vimos en la pandemia que la inmunización se prioriza  en los de 50 años hacia abajo.

De los actuales candidatos para Presidente, para las elecciones de este 2022, cuáles –según su opinión– necesitan un tratamiento psicológico clínico?

Hay dos, a los que hay que brindarles este tratamiento: Gustavo Petro y Rodolfo Hernández. Ambos deberían montar un departamento de bipolaridad emocional. Es que dentro de lo que yo sé, que no me lo han contado, porque lo he visto, de cómo estas personas prometen tantas cosas, hablan tanta carreta, y nunca cumplen nada, eso no tiene otro nombre sino bipolaridad. Además, adolecen de un trastorno de personalidad múltiple.

Veamos casos de Petro que hace o dice una cosa y después niega hacerlo. Ejemplo, lo de las basuras o cuándo prometió que siendo alcalde de Bogotá construiría 1.000 jardines infantiles, es que está filmado cuando usted lo dijo –‘sí pero ese no soy yo’.

En cuanto al ingeniero Hernández, se le debería preguntar porque se le cayó su lista al Senado y a la Cámara por Bogotá.  En Bogotá hay un caso de una persona que recogió una buena cantidad de firmas, se habla de más de 40.000, para lo que gastó más de 100 millones de pesos (en la logística) con la promesa de ser cabeza de lista al Senado. Hernández recibió las firmas y nunca cumplió.

Por último, analicemos el caso que ha impactado al país, el de Yhonier Leal, quien confesó haber asesinado a su hermano, Mauricio Leal, y a su señora madre Marleny Hernández, llevado por la ambición, por quedarse con sus posesiones.

Así está nuestro país. Estos son los principios y valores que nos tocaron. Más allá de cualquier otra cosa, lo que a mí me enseñaron es que debo terminar la pobreza económica. Eso me lleva a pasar por encima de todos, porque no tengo modelos a quién seguir. En Colombia la ambición es una parte fundamental de los procesos emocionales.

Más que un trastorno psicológico que (Yhonier) pueda tener, existe un trastorno de personalidad social psicopático que lleva a que las personas sean temidas y respetadas por lo que tienen y no por lo que son. Sin habernos sentado con este paciente, ni con las personas involucradas en este terrible acontecimiento, no podríamos dar un diagnóstico completo, pero sí podremos hablar de un diagnóstico de país.

Vemos que eso no solo pasa en Colombia, es algo mundial, porque han crecido generaciones que le dieron la vuelta a nuestro sistema de pensamiento efectivo. Es ahí en donde todo esto nos lleva  a al pensamiento crítico.

Es por eso que debemos cambiar la malla curricular, enseñarle a nuestros jóvenes a no frustrarse.

Para eso, es que debemos evaluar las situaciones antes de que ocurran. Como nadie me enseña, entonces, aprendo de mis modelos, entre estos los que ejercen el poder en el Estado, de nuestros gobernantes, los políticos, modelos muy prácticos: hipócritas, deshonestos, se apropian de lo que no es de ellos. Un pésimo ejemplo.

Todo esto es el reflejo de lo que pasó en este caso. Vemos a Yhonier intentando quedarse con lo que no es de él, con lo que le pertenecía a su hermano Mauricio. Es terrible, los duerme por más de 30 horas, después monta toda una película, los asesina y quiso pasar todo por un suicidio.

Nuestra Colombia está triste, no está sana, y por eso debemos hacer mejores programas de acompañamiento, y de reflexión en las juventudes.

No es solo el caso de Mauricio Leal, Marleny y de Yhonier, es el caso de nuestro país que perdió la fe, que no tiene oportunidades para los jóvenes.

No es raro encontrar a un joven que te diga que se quiere ir del país, qué dejó de quererlo, porque no ve cómo salir adelante estando en él. No hay oportunidades de desarrollo para los jóvenes, para la gente del campo, para las madres cabeza de familia. Solo hay 22 puestos para los jugadores de la selección Colombia, pero hay 2.000 esperando un cupo, para decirlo de manera figurada. No hemos trascendido lo sano del ser humano, no hemos logrado encontrar lo adjetivo.

El psicólogo clínico, Manuel Darío Carvajal Trillos, dice que se la jugará siendo diferente, de su manera de ver la sociedad y de hacer política. Crítica desde su objetividad profesional a aquellos que engañan para llegar al poder.

Carvajal Trillos es candidato al Senado de la República con el eslogan de ‘Cultura del Bienestar’. Está en la lista de la Alianza Verde y Centro Esperanza con el número 46.

Redacción Política

Contáctenos al correo: elhomenoticias@gmail.com

Sigue nuestras publicaciones en el Twitter @elhomenoticias

en nuestro canal de Youtube EL HOME NOTICIAS

también en Instagram @elhomenoticias.

Judicializan a cinco personas por la compra de carros de aseo chatarra en la alcaldía de Gustavo Petro