Siguió por dos años a un presunto violador serial hasta que reunió pruebas para capturarlo

Jonathan Peña Velasco, de 36 años, fue denunciado por al menos 14 mujeres, entre ellas una menor de edad.

JUSTICIA

Lunes, 29 de octubre de 2018

Una investigadora de la Sijín clave en la identificación del hombre que agredía sexualmente a mujeres en Armenia (Quindío) y sus alrededores, las que convencía de que fueran con él a un lugar apartado y allí las obligaba a sus bajos instintos.

Fueron dos años de intenso seguimiento lo que permitió la captura de un supuesto violador en serie. Jonathan Peña Velasco, de 36 años de edad, fue capturado cuando caminaba por una calle del  barrio Cañas Gordas, de Armenia (Quindió).

A este hombre se le acusa de ser el responsable de al menos 14 casos de abuso sexual, entre los que se reporta la denuncia de una menor de edad.

En la investigación se destaca la labor que realizó una patrullera de la Policía que durante dos años le siguió los pasos a Peña Velasco hasta que reunió las suficientes pruebas que terminaron relacionándolo con una serie de ataques a mujeres.

El día que fue capturado los agentes le hallaron en su poder una navaja –con la que amedrentaba a sus víctimas–, dos celulares, una simcard y la moto negra que describieron las mujeres que lo denunciaron.

El presunto depredador siempre actuaba de la misma manera, empleaba un mismo modus operandi: “Primero se ganaba la confianza de sus víctimas hasta que las convencía de que se subieran a una moto tipo Pulsar negra y terminaba llevándolas a una zona boscosa en donde abusaba de ellas. Las intimidaba con una navaja y por último les hurtaba sus pertenencias”. Fue lo que explicó una fuente cercana al acaso.

Convencía a sus víctimas de que les diera el número telefónico para mantener contacto con ellas y poco a poco irse ganando su confianza hasta que les ponía una cita».

El depredador decía que trabajaba como cobrador de un banco, todo esto para ganarse la confianza de las mujeres, y empleando muchos argumentos terminaba seduciéndolas. Cuando lograba llevarlas a un sitio apartado las forzaba a mantener relaciones con él, sin embargo, a las que se negaba las amenazaba con matarlas, les decía que era un peligroso sicario de Pereira, que hacía parte de la banda criminal La Cordillera.

Redacción Justicia

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