Protegido por el poder:
El millonario agente encubierto que resguardan en CESPO, revelamos su larga lista de excusas médicas y chantajes
Pese a tener desde hace dos años informes de inteligencia con alertas de enriquecimiento ilícito y solicitudes de sus jefes de su obligatoria salida, el subintendente Álvaro Galvis es premiado en cada traslado. Ahora está en Bogotá en el Centro de Estudios Superiores.
El policía le mostró a su jefe un video en donde posa con el ministro de Defensa, Iván Velásquez, señalándolo de ser su “padrino político”. Todo esto lo sabe la Fiscalía.
Unidad de Justicia
Domingo, 20 de octubre de 2024
Las declaraciones de uniformados de la Policía, que están en poder de la Fiscalía, dentro del proceso judicial con el que el ente busca mantener en la cárcel a los llamados ‘jefes del contrabando’ en Colombia, revelan el alto nivel de corrupción de funcionarios de la Policía Fiscal y Aduanera (POLFA). Principalmente, de un suboficial que montó todo un poderoso imperio de corrupción en Cartagena y por versión de sus compañeros actuaba (así decía) con el padrinaje del ministro de Defensa, Iván Velásquez, con quien se reunía en la Casa de Huéspedes Ilustres.
Es más, en las mismas versiones de los policías, aseguran haber escuchado del suboficial que era él quien corría con los gastos en Cartagena de un abogado que decía llamarse Daniel Prada, otro de los invitados a la Casa de Ilustres, a donde asistía en atención a su amigo el ‘ministro’. En este informe están esos detalles.
Se trata del subintendente, declarado a última hora —cuando quedó al descubierto su corrupción— como agente encubierto, a quien sus compañeros apodan alias Pablito, por el poder que vociferaba tener, por andar en camionetas blindadas y con escoltas, por ser dueño de dos empresas, varias propiedades, algunas a nombre de terceros, y estar metido en la importación de ganado y exportación de carne.
EL HOME NOTICIAS accedió a apartes del expediente que se abrió a Ricardo Orozco Baeza, alias El Bendecido o llamado ‘Zar del contrabando’; el coronel retirado Alexander Galeano Ardila; mayor Mario Andrés Sarmiento; José Helí Álzate, alias Alejo o Pupilo; y Juan Francisco Solano, alias Pacho.
Estas personas fueron presentadas ante los medios de comunicación como “los auspiciadores de la entrada irregular de, al menos, el 80% de la mercancía de contrabando que se mueve por los puertos del país”.
Es a esta estructura dedicada al contrabando a la que se ajusta el subintendente Álvaro Galvis Acevedo, desde donde obtuvo, por millonarios sobornos y chantajes, un incalculable capital y de —a su vez—apreciarse de tener “vara política” y amparo de un general de la Policía.
Es más, en uno de estos relatos el testigo le dice a la Fiscalía que cuando Galvis Acevedo se enteró que sería sacado de la Policía Fiscal y Aduanera (POLFA), el final de su función pública, le ofreció sus ‘territorios o clientes’ para que continuara manejando ‘las mismas tarifas’ en Cartagena y fuese el sucesor de su línea de corrupción.
“Me indicó que una vez saliera el traslado, que, porque él (Álvaro Galvis) ya estaba haciendo unos movimientos internos en la Policía para irse a una buena unidad, que él me daría el dominio de todo en Cartagena, como lo venía haciendo desde hace más de un año”, contó uno de los oficiales de los llamados a declarar.
En este mismo relato le aseguró al fiscal delegado que en aquella entrega de “sus dominios” le solicitó que cambiara de lugar de residencia, para que estuviese más cerca de las oficinas de la DIAN, porque de esa manera “evitaría que lo siguieran” los de Inteligencia.
“Me traslado a vivir al edificio Bambú 320 ubicado en el barrio Manga en Cartagena, en el piso 16 (…) el cual es pagado, hasta el 14 de diciembre por el subintendente Álvaro Galvis (…) a quien le llega la desvinculación de la POLFA a través de una resolución del Ministerio de Defensa. Él, llega hasta mí oficina, porque como jefe de la división POLFA sería el encargado de notificarle el traslado o finalización de la función pública. Ese día me dice que tenía el poder y las influencias para que lo vuelvan a nombrar”, confesó el mayor Peter Steven Nocua Henao, otro de los agentes encubiertos en esta investigación.
Se observa, entonces, que esto que contó uno de los testigos claves en la investigación, referente a la advertencia que hizo el subintendente Galvis, de tener el suficiente poder para regresar a Cartagena a seguir manejando sus tarifas —el cobro de 152 millones de pesos de ‘peaje’ por el paso de cada container— no se quedó solo en palabras.

Un fragmento del expediente del caso que sigue la Fiscalía contra los llamados ‘jefes del contrabando’ en Colombia. Oficial de la Policía, adscrito a la POLFA en Cartagena cuenta que el ‘poderoso’ subintendente Álvaro Galvis corrió con el pago del arrendamiento de un apartamento en el piso 16 de un edificio.
Al fin de cuentas el millonario y poderoso policía fue trasladado para entonces de la POLFA a una unidad muy cercana a Cartagena, lo que le permitía seguir de cerca su lucrativo negocio, ahora con personas a cargo que desde la distancia siguen cumpliendo sus instrucciones.
Pero hay un asunto mucho más grave, que el testigo le dijo a la Fiscalía que Galvis Acevedo le había contado quién es su padrino político, atestiguó que éste le mostró un video en el que se le veía al lado del ministro de Defensa.
“En cierta ocasión encontrándome en la oficina de la POLFA el señor Álvaro Galvis llega a la oficina y me indica que a él lo han querido sacar muchas veces de la POLFA pero que ningún jefe podía con él. Es allí cuando me muestra un video desde su celular en una supuesta reunión que se encuentra en presencia del señor ministro de Defensa actual y que él (Iván Velásquez) no va a permitir que lo saquen. Por ahí hasta el mes de diciembre porque tenía unos compromisos que dar”, contó Nocua Henao. Es en estas conversaciones en donde da a conocer su amistad con el abogado de apellido Prada, al parecer, una persona muy cercana a personas del alto Gobierno.

Un fragmento del expediente del caso que sigue la Fiscalía contra los llamados ‘jefes del contrabando’ en Colombia. Un testigo habla del poder e imperio de corrupción que implementó el agente encubierto Álvaro Galvis.
A esta altura del relato el testigo insinúa que el dinero obtenido por sus exorbitantes tarifas a los importadores que entraban su mercancía por la Sociedad Portuaria Puerto Bahía lo compartía con alguien muy poderoso, que se trataría de un compromiso que no podía dejar de corresponder. Es más, se ha dicho que “Galvis aportó de su dinero corrupto para cierta campaña política”.
En los mismos testimonios se lee el relato de un hecho puntual ocurrido en el mes de julio del 2023, que el policía Galvis Acevedo denunció ante la Armada Nacional un cargamento de cigarrillos, al parecer propiedad de Juan Francisco Solano, alias Pacho, uno de los recientes capturados por las autoridades. En esa ocasión la Armada mostró el contundente golpe del hallazgo de 1.021.330 cajetillas de cigarrillos avaluadas en casi 2.300 millones de pesos.
Resulta que, según contó el declarante a la Fiscalía, el señor Galvis “llamó para soplar” la presencia de los dos contenedores a la Armada porque el propietario de la mercancía no le pagó lo que estaba exigiendo como soborno, los 152 millones de pesos por cada uno, dos tractomulas que se movilizaban en la vía Mamonal – Gambote.
Más grave aún, el mayor Nocua Henao le contó al delegado fiscal que en la primera semana de septiembre del año pasado el subintendente Galvis reportó que había incautado un contenedor con mercancía supuestamente de contrabando. Una reconocida empresaria resultó ser la propietaria. Explicó el cuestionado uniformado que lo había hecho porque le exigió una cuota y no se la pagó, además, porque esta persona “venía trabajando con otro policía”.
“Aproximadamente el 12 de septiembre de este año el subintendente Álvaro Galvis me reporta que había detenido un contenedor con mercancía de contrabando y que ya lo tenía en las instalaciones de la UT Logística de Parquiamérica (ubicado en la zona industrial de Mamonal), que es la bodega que contrata la DIAN para las inspecciones y aprehensiones (…) Me indica que ese contenedor es manejado por una señora que trae mercancía de contrabando y que él lo había detenido con el fin, palabras textuales, de poder apretar a esa señora”, detalló el policía de la POLFA llamado a ser testigo.
Todos estos testimonios, son los que llevan a los abogados de la defensa a determinar que lo relatado por el agente encubierto Galvis Acevedo no tiene valor probatorio, porque siendo que desde hacia un tiempo ya venía incurriendo en actos de corrupción, entre estos surgen las denuncias de comerciantes cartageneros que afirman haber sido víctima de presiones por parte del uniformado, como los que afrontó la empresaria, las que justificó como una manera de “apretar”.
El agente protegido en CESPO
EL HOME NOTICIAS accedió a una información que da cuenta, otro frente, del comportamiento del llamado agente encubierto, quien fue traslado por la Policía a Bogotá, que se encuentra en las instalaciones del Centro de Estudios Superiores de la Policía Nacional (CESPO).
Encontramos que desde el 2023 a la fecha registra 126 días de excusas, de ausencia a sus labores institucionales, de supuesta incapacidad por diferentes temas de salud: por discopatía, lumbociática, trastornos de los discos intervertebrales, reposo por estrés, acompañamiento de siquiatría, sintomatología respiratoria, lesión menisco de rodilla, inestabilidad de rodilla, golpe por caída de su propia altura.
Actualmente, tiene una incapacidad de 30 días, se lee en el documento que por temas de siquiatría. Una fuente de la misma Institución le dijo a este medio que se le ha visto en Cartagena. Sin embargo, estos viajes no lograron ser confrontados por nuestro equipo periodístico.
Lo que sí se pudo cotejar es que hay documentos que dan fe de ser el propietario de una valiosa casa en un condominio en Cúcuta, que a comienzos de año notarió una de sus propiedades como patrimonio familiar, de ser un ganadero exportador de carne, de hecho figura con un hermano como socios de una firma de nombre Novicarnes La Región S.A.S., que tiene un año y seis meses de haber sido constituida. Además, que su centro de operaciones está en Norte de Santander. Además de los cárnicos también comercializa pescados y productos de mar, con establecimientos especializados.
Por último, para un nuevo informe que estaremos publicando en las próximas horas, daremos a conocer las implicaciones de las acusaciones de éste y los otros agentes encubiertos, con la historia de dos generales de la Policía, quienes asegura haber sido víctima de montajes por no estar de acuerdo con el comportamiento de policías como Galvis Acevedo.
Redacción Unidad de Justicia
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¿Agente encubierto ganadero y contrabandista? El subintendente que confesó a su jefe que entró a la Policía siendo muy rico