No puedo renunciar a ninguna de mis dos familias: los militares y policías o mis afro-colombianos
Las alarmas se encienden en medio de la pandemia mundial, no solo por los millares de víctimas del COVID-19 sino la pérdida de empleos y el grave cierre de empresas, generando desconcierto, pobreza y miseria. Se necesita cordura y que estemos unidos como hermanos colombianos.
OPINIÓN
Viernes, 21 de mayo del 2021
Por: Jorge Iván Mina Lasso.
Consultor Seguridad Nacional,
Abogado Especializado en Penal y Administrativo
No quiero entrar en la retórica de la profunda crisis que vive nuestra querida Colombia, pero si aprovecho este escrito para invitar a mis lectores a una reflexión sobre la importancia de unir oración para que Dios, el creador del cielo y la tierra, ilumine a nuestros gobernantes para avanzar en el diálogo y buscar salidas pacificas frente al desproporcionado paro nacional.
Son ya 23 días de dolor de Patria, ver como los vándalos siguen filtrados en las protestas, y es desgarrador a donde han llegado los violentos, en especial en nuestros departamentos nativos del Cauca y Valle del Cauca.
Obvio, sin dejar de lado los desmanes y muertos en ciudades como Bogotá, Popayán, Pereira, Ibagué y la Sultana del Valle.
Las alarmas se encienden en medio de la pandemia mundial, no solo por los millares de victimas del COVID-19 sino la pérdida de empleos y el grave cierre de empresas, generando desconcierto, pobreza y miseria.
En nuestro caso Colombia, el panorama se ensombrece más cuando los gobernantes bajan en su popularidad y existe la ausencia de liderazgo, es notoria ante los continuos hechos de violencia entre desórdenes y desmanes que no logra controlar la Fuerza Pública.
Mi llamado va dirigido a todas las familias colombianas, en especial para que dejemos de lado los odios.
No hay que dejar de decir que el país se encuentra polarizado, y esa división ha llegado también a los grandes grupos de amigos que siempre han estado al lado de Jorge Iván Mina Lasso en todo el territorio nacional, trabajando en la construcción de un proyecto diseñado para representar a nuestra raza de afro-descendientes.
Sorprende decirlo, pero es la realidad, se me pretende colocar entre la espada y la pared exigiéndome asumir una posición entre dos frentes: entre mi condición de negro o como veterano de la Fuerza Pública, para marcar participación en representación de ese sector de inconformes que reclama oportunidades, reivindicaciones sociales en medio de las exigencias populares.
Siento respeto por los líderes sociales, pero también me corresponde llevar la voz de miles de policías y militares activos y veteranos que hoy claman por buscar un líder que transmita ante el estamento sus inquietudes y sus justos reclamos.
Miro hacia el frente, hacia atrás para nada, y a mi lado observo a mi comunidad, mi familia, mis compañeros, con los que me amarré las botas, esas personas que amo; civiles, militares, policías, corraciales negros, esos que claman una vocería y un canal que haga sentir, escuchar, con firmeza sus necesidades.
Hoy me han ubicado en una encrucijada difícil, se me pretende colocar frente a las negritudes y de otro lado con los núcleos institucionales del Sector Defensa. Son dos familias, mis dos familias, una de arraigo y la otra de profesión. Es que no puedo inclinarme hacia un solo sector y creo, o estoy convencido, que no inclinaré la balanza hacia un lado en especial, sino que por el contrario buscaré ese camino de unión para luchar por las soluciones de nuestros pueblos e instituciones que hacen parte de nuestro grandioso país.
Debo reconocer que tengo una inmensa responsabilidad, cada día más consciente que es la de llevar con honor el título de colombiano y representar a estas dos familias numerosas de la vida nacional.
Son dos familias que necesitan ser escuchadas, que necesitan conciliarse, a través de un liderazgo, ese que convoca a una gran convergencia social y ciudadana, de diferentes sectores sociales, la que nos permita construir de la mano de una comunidad justa, para cambiar el color de la política y brindar a todos un territorio más equilibrado y justo.
Recientemente escuché frases y palabras soeces, contra los miembros de la Fuerza Pública, contra los negros, contra los caucanos, todos ellos me duelen, pues nadie quiere que se le maltrate a los que más amas, por eso invito a dejar los odios de lado con una reflexión del inmortal del líder Martín Luther King:
“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos” .
Que sea esta la vital oportunidad de buscar consensos, unidad y salir avante en la dificultad, de demostrar de que estamos hechos, de desarmar nuestros corazones, y que forjemos un futuro de todos juntos.
La mayoría de los colombianos no tienen palancas, influencias políticas, la mayoría de nuestro pueblo no cierra negocios jugando golf, la mayoría de los ciudadanos son como usted y como yo, como nosotros. Es por eso que debemos ir hacia adelante con nuestros militares, los policías, con los negros, con los empresarios, con los taxistas, con el personal del INPEC, docentes, pensionados, campesinos, empleados, trabajadores; demostrar la unidad.
En más de una ocasión, muchas veces, la historia nos ha enseñado de cómo nuestro país ha salido de las peores crisis, y está no puede ser la excepción. No dejemos la Nación en manos de esos que quieren destruir y engañar. No podemos caer en el radicalismo. Llegó la hora de buscar entre todos la manera de salir victoriosos, juntos, cogidos de la mano, como hermanos colombianos, pues hoy estamos en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material.
Estamos convencidos de que ha llegado la hora para que el pueblo llegue a las esferas del poder, sin engaños ni intereses particulares. Por eso, debemos llegar a ese equilibrio, de coincidir y aunar esfuerzos para materializar nuestra justa representación.
¡Por favor! No me obliguen a dejar a una de mis familias. No me obliguen a dejar a una familia para elegir la otra. Unidos somos más, así que los invito a que hagamos propuestas, formulemos soluciones de consenso, las que permitan avanzar hacia el objetivo común, una Colombia digna y en paz.
Jorge Iván Mina Lasso
Columnista invitado de EL HOME NOTICIAS
Contáctenos al correo: elhomenoticias@gmail.com
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Este escrito del Dr. Jorge Ivan Mina Lasso refleja la transparencia, la serenidad y el aplomo que tiene para exponer su concepto en este momento tan critico que está viviendo nuestra querida Colombia. Debemos apoyarlo sin señalamiento y sacar adelante este proyecto; amigos con la mano en el corazon, juntos somos más por Colombia.
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