La vacunación de Pfizer no proporcionó a los ancianos una inmunidad suficientemente fuerte contra el SARS-CoV-2

En dos tercios de los residentes de hogares de ancianos estudiados, la cantidad de anticuerpos neutralizantes de virus disminuyó en más del 80% después de seis meses de vacunación.

SALUD 

Viernes, 20  de agosto del 2021

Seis meses después de la vacunación con un medicamento de Pfizer, menos de un tercio de las personas mayores estudiadas conservaban la inmunidad completa a un nuevo tipo de coronavirus. Los científicos de los Estados Unidos llegaron a esta conclusión; los resultados de su estudio se publican en medRxiv .

“En seis meses, la cantidad de anticuerpos capaces de combinar y neutralizar partículas de coronavirus en todos los grupos de voluntarios se redujo en más de un 80%.

Como resultado, seis meses después de la vacunación, el 72% de los residentes de hogares de ancianos no tenían o casi no tenían anticuerpos”, escriben los investigadores.

Los médicos aún no tienen una respuesta clara a la pregunta de si las vacunas o una infección previa por coronavirus pueden causar inmunidad a largo plazo a cepas nuevas y existentes de SARS-CoV-2.

Las observaciones de los últimos meses muestran que, en algunos casos, los anticuerpos contra el virus desaparecen dentro de los 6-8 meses posteriores a la enfermedad, mientras que en otros casos, la inmunidad persiste mucho más tiempo.

Tales resultados obligan a los médicos y biólogos a estudiar aún más activamente cómo desaparecen exactamente los anticuerpos del cuerpo de aquellos que han estado enfermos y cómo este proceso afecta la resistencia del cuerpo a la acción del coronavirus.

Además, los científicos están tratando de comprender si existen diferencias a este respecto entre las diferentes vacunas COVID-19.

En un nuevo estudio, los médicos dirigidos por el profesor David Canaday de la Case Western Reserve University (EE. UU.) Intentaron averiguar qué tan rápido la concentración de anticuerpos en el cuerpo de las personas más vulnerables al COVID-19 -residentes de hogares de ancianos y sus enfermeras- disminuye.

Este estudio involucró a 120 estadounidenses con una edad promedio de alrededor de 76 años y 92 profesionales médicos que alcanzaron la cuarta o quinta década de la vida. Todos recibieron dos dosis de la vacuna de Pfizer a principios de este año.

Científicos recolectaron muestras de sangre de todos ellos dos semanas después de la vacunación y determinaron el nivel de anticuerpos. Los investigadores realizaron pruebas similares seis meses después del primer estudio.

Una comparación de estos datos mostró que la efectividad de la vacuna en los residentes de hogares de ancianos fue significativamente menor que el promedio en los Estados Unidos.

En particular, esto se manifestó porque la concentración de anticuerpos en su torrente sanguíneo era inicialmente baja: estaban presentes en el cuerpo de solo el 84% de los pacientes de edad avanzada.

Después de seis meses, este indicador disminuyó en otro 80%, lo que resultó en que los anticuerpos estaban ausentes o se observaron en cantidades mínimas en el 72% de los residentes de hogares de ancianos.

Esto no se observó entre los profesionales médicos y las personas mayores que habían sufrido COVID-19 antes de la vacunación. Solo el 9% de esos voluntarios perdió la inmunidad al coronavirus seis meses después de la vacunación.

Según Canadá  y sus colegas, tales resultados de observación indican la necesidad de una revacunación regular y frecuente de los ancianos. Esto se volvió especialmente importante después de la penetración de la cepa delta en los Estados Unidos, concluyeron los investigadores.

Redacción Noticias Generales 

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