Barranquilla teme posibles nuevos arroyos

Un plan maestro pide el presidente de la Sociedad de Ingenieros del Atlántico.

BARRANQUILLA

Sábado,  7  de noviembre de 2020

Aunque por fortuna ninguno de los afluentes ha vuelto a arrastrar a nadie, en algunos casos sí inundan casas, como sucedió en el barrio Universal (segunda etapa) durante un aguacero. Barranquilla tendría un nuevo panorama si no solo se terminara de canalizar arroyos, sino las obras que dejan obstaculizados los alcantarillados. Así las principales calles no se paralizarían, el tránsito fluiría y la integridad de la ciudadanía se alejaría del riesgo de morir arrastrada por afluentes urbanos mortales.

“En términos generales, las canalizaciones han podido recoger volumen de las aguas, pero queda mucho trabajo por realizar. Hasta ahora se han solucionado de manera puntual ciertas escorrentías, pero ya debemos estar entrando en un proceso en que la ciudad genere un plan maestro y una integración del sistema de recolección de aguas lluvias”, propuso el ingeniero civil e hidráulico Ismael Quintero Espinosa, presidente de la Sociedad de Ingenieros del Atlántico.

Sin embargo, los habitantes de Rebolo no pueden disfrutar de ello por el arroyo Hospital, que aunque está canalizado se desbordó a mediados de este año, dejando centenares de damnificados. A esto se suma lo ocurrido en septiembre en La Playa, donde la acumulación de escorrentías no pudieron evacuarse (por las obras de la Circunvalar de la Prosperidad y un alcantarillado deficiente) tras un aguacero cuyas aguas entraron a las casas.

Además, cada vez que llueve, la comunidad de la carrera 21C, a la altura del barrio El Por Fin, reporta el mismo hecho, como sucedió en septiembre, cuando sus inmuebles se inundaron después de desbordarse el arroyo del mismo nombre. Y el caso más reciente fue denunciado públicamente en el barrio Universal (segunda etapa) el lunes 26 de octubre, cuando las escorrentías tras una fuerte lluvia se estancaron en la calle 31 con carreras 5, 5A y 5B.

Los vecinos del sector se sienten presos en sus propias casas cuando se presentan estos incidentes y pidieron a las autoridades competentes que verifique detenidamente la situación. “Ahora que están haciendo los trabajos en la calle 30, el agua no evacúa apenas deja de llover. Las obras en la 30 están taponando ese canal”, aseguró un vecino afectado. Pero la Agencia Distrital de Infraestructura (ADI) responde que “el represamiento nada tuvo que ver con los trabajos que se adelantan en la reconstrucción de la calle 30”.

Para el investigador cultural Adlai Stevenson, “es posible que se formen nuevos arroyos porque la canalización de algunos no obedece a un criterio técnico, sino caprichoso. Como en el caso del arroyo de la 89 y el de la 84. Trabajaron ahí, pero en la parte de arriba siguen exactamente igual. Si este problema de los arroyos no se soluciona integralmente con planeación, en cualquier circunstancia de alta lluviosidad durante tres o cuatro horas, los caudales se congestionan y producen corrientes que terminan en otras partes de la ciudad”.

Según los seguimientos de Arroyos de Barranquilla, se trataría de arroyos esporádicos. Como lo explica Marco Fidel Suárez, docente del colegio Diego Feria: “Cuando son aguaceros extremos como el de hace 3 semanas, de más de 100 milímetros cúbicos y menos frecuentes, las corrientes se producen cada 5 o 7 años”. El resto de estos transcurren con normalidad.

Redacción Noticias Regionales

Contáctenos al correo: elhomenoticias@gmail.com

Sigue nuestras publicaciones en el Twitter @elhomenoticias

Y nuestro canal de Youtube EL HOME NOTICIAS