Lo que dejó de contar el general Jorge Luis Vargas Valencia, de los señalamientos en su contra por caso de secuestro

EL HOME NOTICIAS, el único medio que ha seguido la línea de investigación del plagio del candidato a la presidencia de Ecuador, Fernando Balda,  trae importantes datos como el posible desvío del  proceso con la participación de una ‘falsa abogada’, que solicitó que se declarara como cosa juzgada y así evitar que se conociera de los demás implicados. Vídeos que comprometen a la DIPOL. También, que el principal testigo de este caso fue asesinado.

UNIDAD DE JUSTICIA

Domingo, 21 de junio del 2020

Esta semana fue noticia el hecho de que el actual director de Seguridad Ciudadana de la Policía, general Jorge Luis Vargas Valencia,  rompió su silencio después de dos años de denuncias públicas en su contra, de fuertes señalamientos de haber colaborado en seguimientos ilegales, con el secuestro del candidato a la presidencia de Ecuador, Fernando Balda Flores. El oficial negó en reciente entrevista cualquier vínculo con el caso.

Su pronunciamiento se suscita después de que el político ecuatoriano le envió una carta al presidente Iván Duque, precisando detalles de la investigación en su país, en la que se encuentra seriamente comprometido el director de Seguridad Ciudadana de la Policía en Colombia. La misma, por la que el expresidente Rafael Correa Delgado ha sido declarado como prófugo de la justicia. El exmandatario de Ecuador es acusado de haber sido el cerebro del secuestro de Balda Flores.

Vargas Valencia aceptó hablar con el periódico El Tiempo, le respondió a este medio solo algunos interrogantes de numerosos que giran en torno de las acusaciones que han hecho dos testigos dentro del proceso que arrancó en Colombia y continuó en la Fiscalía de Ecuador.

Desde hace dos años, cuando arrancó el seguimiento de EL HOME NOTICIAS de este caso, este medio ha buscado el pronunciamiento del general Vargas ante las graves acusaciones, se precisa que esta semana el informativo volvió a hacer la solicitud a uno de los oficiales asesores de prensa y no hubo respuesta.

Lo primero que se debe precisar es que “no se trató de un intento de secuestro”, lo que ocurrió el 13 de agosto del 2012 fue la consumación del referido delito, de hecho los maleantes mantuvieron retenida a su víctima contra su voluntad más de hora y media. Por este episodio criminal, violador de Derechos Humanos, fueron condenadas cinco personas en Colombia. Los autores materiales aceptaron su culpabilidad y negociaron con la Fiscalía.

Una negociación que generó sus dudas, hasta se ordenó la investigación de la fiscal que participo en ella, Consuelo Alexandra Martínez Dueñas,  por irregularidades como la actuación de una ‘falsa abogada’ que se hizo pasar como apoderada de Balda Flores, siendo que el político nunca autorizó a ningún jurista para que le representara ni en el juicio ni en acuerdos con la Fiscalía de Colombia.

Esta tramposa ‘abogada’ aceptó todas las solicitudes que formaron los abogados de los secuestradores, lo que llevó a que la condena que se les impuso fuese tan mínima. Los secuestradores ya están libres después de cumplir cinco años de prisión.

Es sustancial puntualizar que la ley en Colombia establece que en un secuestro simple “el que arrebate, sustraiga, retenga u oculte a una persona, incurrirá en prisión de doce a veinte años”.

 

De otro lado lo que aún no se ha aclarado en este caso es que el principal testigo, uno de los secuestradores, capturado el día de los hechos, después de una persecución del Gaula de la Policía por una zona boscosa: Jonathan Usuriaga Jiménez, quien acordó con la Fiscalía contar todo, fue asesinado antes de que confesara lo que sabía.

Usurriaga alcanzó a decir quiénes eran los demás integrantes de la banda, pero nunca declaró el nombre de aquellos que los contrataron para actuar en el sonado secuestro, de cómo los policías ecuatorianos  –involucrados en el caso–  hicieron contacto con ellos en el departamento del Valle, o de quiénes los recomendaron para que hicieran  lo que llamaron como ‘la vuelta’.

Lo segundo es que los señalamiento en contra de Vargas Valencia vienen de testigos en el proceso, entre estos Rommy Vallejo, exasesor de seguridad de Correa Delgado,  quienes les han suministrado información a las autoridades, con tiempo modo y lugar, de cómo fue la participación de los miembros de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional, en un seguimiento ilegal.

En el expediente reposan videos de las cámaras de seguridad del edificio en donde residía con su familia Balda Flores, en los que quedaron referenciados unos agentes de la DIPOL. En las imágenes se hace un primer plano de sus rostros y de las placas de un vehículo, que resultó ser de la Policía.

Además, también se referencia que hubo interceptaciones telefónicas, ‘chuzadas’ que se hicieron sin la orden de un fiscal o sin el soporte de una investigación.

En la carta que Balda Flores le envió al presidente Iván Duque, aclara que el 15 de junio del 2012, dos meses antes del secuestro, varios policías –entre estos los de la DIPOL que permanecían vigilando desde el frente del edificio donde vivía el político– persiguieron un taxi en el que se movilizaba con su esposa, y que minutos después la pareja fue interceptada, en un hecho que terminó siendo un abuso de autoridad. Esto también está referenciado en videos.

El día de estos hechos Migración Colombia certificó que no existía “ningún tipo de requerimiento judicial en contra de Balda”. Es decir, que nada justificaba el seguimiento y mucho menos las ‘chuzadas’ telefónicas o la interceptación de las cámaras de seguridad del edificio, por parte de agentes de la DIPOL, entidad en ese momento en cabeza del general Vargas Valencia.

El político ecuatoriano adjuntó en la carta a Duque el link del video, que está en redes sociales, en el que se observa el momento, 4:04 de la tarde,  cuando los señalados agentes de la DIPOL corren a perseguir al político y a su esposa a bordo de una furgoneta que se mantenía estacionada en el parqueadero privado del edificio.

Aquí el video, cuyo link adjuntó Fernando Balda en carta que envió al presidente Iván Duque. 

¿Qué viene ahora?

Después de la carta que envió a la Casa de Nariño, con la que el candidato a la Presidencia de Ecuador informa de la investigación en la que es mencionado el general Vargas Valencia,  se está a la espera de la reacción del fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia, quien fue notificado por el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.

El expediente de este caso, en su totalidad, ya está en poder de la Fiscalía de Colombia.        El 30 de agosto del 2019 el ente investigador realizó a través de video conferencia entrevistas a testigos, entre estas a la esposa de Balda, Vannesa Castello, quien contó lo ocurrido cuando de manera arbitraria el 15 de junio del 2012 fue llevada con su esposo a Migración Colombia, y allí escuchó extrañas conversaciones de agentes de la Dipol con un superior jerárquico.

Esta semana Balda Flores estará notificando a la Fiscalía de Ecuador, para que a través de la Fiscalía de Colombia, sea llamado a declarar de manera formal el general Vargas Valencia, por su reciente pronunciamiento ante la prensa y por las acusaciones que hay en su contra de agentes ecuatorianos.

 Las declaraciones que el general Vargas Valencia ofreció a El Tiempo, fueron asumidas en Ecuador como la confirmación de que sí hubo una orden de Rafael Correa de localizar y perseguir de forma ilegal en Colombia a su opositor, quien en ese entonces hacía público casos de corrupción del Gobierno.

El diario El Comercio de este país tituló este sábado: “Exjefe de Inteligencia de Carondelet pidió en 2010 la ubicación de Balda, revela general de la Policía de Colombia”.

Así tituló el diario EL COMERCIO de Ecuador su noticia de las declaraciones del general Jorge Luis Vargas Valencia.

Así fue el secuestro de Balda

Ese lunes el político ecuatoriano fue abordado por cuatro hombres fuertemente armados, que lo golpearon, le impidieron su acceso a un inmueble y le obligaron a abordar una camioneta que se enrumbó hacia el sector del Aeropuerto de Guymaral, localidad de Suba.

Un taxista se percató de lo ocurrido, siguió el vehículo, lanzó la alerta a sus colegas que se unieron a la persecución, después al Gaula de la Policía, que montó un operativo y logró su rescate.

Acto seguido, hubo una cinematográfica persecución por entre una zona boscosa y fue así capturado uno de los secuestradores. Ese primer implicado, identificado como  Jhonatan Hernando Usurriaga Jiménez, quien aceptó colaborar y entregó la identidad del resto de los de la banda, que después se supo que la contrataron en Cartago, Valle, y pagada con dineros del Estado ecuatoriano.

Usurriaga Jiménez por su colaboración en el caso recibió detención domiciliaria y poco después de haber abandonado la cárcel fue asesinado.

Los otros que aceptaron su responsabilidad en el secuestro: Diego Luis Moreno Navia, Jimmy Herley Navia Hurtado, Karim Shek Mina, Moisés Enríquez Pérez Escobar, Saider Yajaira Valencia Lasso, fueron condenados a pagar cinco años de prisión. Es decir, que estas personas ya cumplieron su pena y se encuentran libres.

Fernando Balda ha dicho que lo que ocurrió en el 2012 en Bogotá no fue un simple secuestro, porque los delincuentes no se cubrieron el rostro, además, que fue llevado a una zona boscosa, que hubo otra intención de fondo.

“A mí me iban a asesinar, de acuerdo con las conversaciones que escuché cuando me llevaban en la camioneta”, afirma el político ecuatoriano.

 

Por este mismo caso el 21 de enero del 2015 el Tribunal Superior de Bogotá ordenó la investigación a la fiscal especializada de la Unidad Contra el Secuestro y la Extorsión, Martínez Dueñas, por irregularidades en el proceso.

Esa es una investigación que se encuentra engavetada en la Fiscalía, las razones se desconocen.

Redacción Unidad de Justicia

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