Corte Suprema de Justicia declara inocente a Jaime Darío Espeleta, acusado de parapolítica

El proceso en contra del excongresista fue archivado tras afrontar la investigación que arrancó hace 18 años. El político de La Guajira aseguró que fue objetivo militar de organizaciones criminales, las mismas que truncaron su carrera política.

JUSTICIA

Sábado, 8 de julio del 2023

La Corte Suprema de Justicia decidió archivar el proceso que cursaba en contra del expresentante a la Cámara por La Guajira, Jaime Darío Espeleta Herrera, investigado por la llamada ‘parapolítica’.

La decisión se originó en el hecho de que durante la investigación que arrancó en noviembre del 2005 no se hallaron pruebas que pudiesen determinar su posible alianza con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) o de algún apoyo político de organizaciones por fuera de la ley.

Recordemos que este caso se dio a conocer en un momento coyuntural, cuando se decía que el jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, más conocido como ‘Jorge 40’, apoyaba a quienes deberían ser elegidos en cargos de elección popular en esta parte del país.

No obstante, las acusaciones en contra de Espeleta Herrera surgen en el 2001, preciso cuando el político guajiro se hallaba en campaña para alcanzar un escaño en el Congreso de la República.

En medio de la actividad proselitista, al parecer, recibe un mensaje proveniente de la gente de ‘Jorge 40’ quienes ofrecían su apoyo tanto político como económico.

También se dijo que miembros de las AUC que delinquían en La Guajira lo citaron para establecer algún acuerdo con el jefe máximo de esta organización, Tovar Pupo. No obstante, Espeleta Herrera insistió siempre que nunca hubo este tipo de alianzas, que “en todo momento se negó a recibir dicho apoyo”.

Esta respuesta, declaró Espeleta, llevó a que fuese declarado como objetivo militar, lo que obligó a salir de La Guajira, junto a sus familiares.

Además, contó que también recibió llamadas extorsivas en las que le exigían altas sumas de dinero a cambio de no atentar contra sus familiares, las que también se negó a pagar. Al parecer, estas llamadas se originaron desde las cárceles en donde se encontraban presos algunos paramilitares en pleno desarrollo del proceso de Justicia y Paz.

Para Espeleta, es por esta razón que empezaron a aparecer los anónimos, los que radlicaron ante  la Corte Suprema de Justicia, en los que se le señalaba de haber sido un aliado de las Autodefensas en La Guajira.

A través de su apoderado jurídico, Víctor Hugo Flórez Cucunubá, aportó los elementos suficientes para demostrar su inocencia, que fue una víctima de estos grupos. En este proceso fue clave la declaración de otros integrantes de las AUC que, en audiencia pública de Justicia y Paz, solicitaron el perdón a Espeleta por el daño causado, hasta reconocieron que se habían equivocado cuando quisieron asesinarlo.

Lo cierto, es que con los anónimos y falsos testimonios le truncan su carrera política, además de ser sometido al destierro, a abandonar La Guajira. Pero llega el final de la larga y difícil historia, cuando 18 años después se conoce la decisión de la Corte Suprema de Justicia de exonerarlo de cualquier señalamiento.

Redacción Justicia

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