Donald Trump ordenó recortar el presupuesto para la radio y la televisión pública

Se trata de una orden ejecutiva con el propósito de reducir el subsidio destinado para los medios de comunicación públicos, a los que acusó de tener intereses distintos a los de informar. Los acusa de estar parcializados.

Estados Unidos

Viernes, 2 de mayo del 2025

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó la noche del jueves una orden ejecutiva con el objetivo de recortar los subsidios públicos a la radio y televisión pública, NPR y PBS, acusando a las emisoras de parcialidad.

Según los datos más recientes publicados, más de 40 millones de estadounidenses escuchan la Radio Pública Nacional (NPR) cada semana y 36 millones sintonizan el Servicio Público de Radiodifusión (PBS) cada mes.

Trump ordenó a la Corporación para la Radiodifusión Pública (CPB) y a otras agencias federales que supervisan los sistemas de medios públicos que cesen la financiación federal a ambas estaciones.

El decreto del Presidente también requiere que el departamento que supervisa la radiodifusión pública trabaje para neutralizar las fuentes indirectas de financiación de la radio y la televisión estatales.

La Presidencia de Estados Unidos, en una publicación compartida en redes sociales, también dijo que los medios públicos reciben millones de dólares de los contribuyentes para difundir “propaganda radical disfrazada de noticias”.

En marzo, Katherine Maher, directora ejecutiva de NPR, estimó que la radio pública recibiría 120 millones de dólares en financiación para 2025, menos del 5 por ciento de sus necesidades presupuestarias.

Este deseo de la administración estadounidense forma parte de la intención de reducir significativamente el gasto público en medios públicos.

Anteriormente, Donald Trump prometió desmantelar las estaciones de radio Voice of America, Radio Free Asia y Radio Free Europe/Radio Liberty, que transmiten internacionalmente.

La medida anunciada el jueves es el último movimiento de la administración estadounidense para utilizar poderes federales para controlar o impedir las operaciones de instituciones que transmiten opiniones independientes.

Desde que asumió el cargo en enero, Trump ha destituido a líderes, ha puesto a empleados en licencia administrativa y ha recortado cientos de millones de dólares en fondos para artistas, bibliotecas, museos y compañías de teatro.

El presidente también presionó para retener fondos federales de investigación y educación de las universidades y castigó a los bufetes de abogados a menos que aceptaran eliminar los programas de diversidad de género o diversidad racial.

La presidenta de la junta directiva de PBS, Paula Kerger, dijo el mes pasado que la decisión de Donald Trump de terminar con la financiación a los medios públicos interrumpiría el servicio esencial que la televisión pública brinda a los ciudadanos de los Estados Unidos.

«No hay nada más estadounidense que PBS y nuestro trabajo sólo es posible gracias al apoyo bipartidista [republicano y demócrata] que siempre hemos recibido del Congreso», afirmó.

«La colaboración público-privada [con los medios de servicio público] nos permite ayudar a preparar a millones de niños para el éxito en la escuela y en la vida, y también apoya programas enriquecedores e inspiradores de la más alta calidad», añadió.

En abril, la administración estadounidense anunció que pediría al Congreso que desfinanciara la entidad que supervisa el sector (Corporación para la Radiodifusión Pública) como parte de un paquete de recortes de 9.100 millones de dólares.

Sin embargo, ese paquete, que según el director de Presupuesto Russell Vought es probablemente el primero de varios, aún no ha sido enviado al Capitolio.

Las órdenes ejecutivas contra medios de comunicación públicos han enfrentado resistencia por parte de los tribunales federales de Estados Unidos, que han dictaminado en algunos casos que el liderazgo de Trump puede haber excedido su autoridad al retener fondos asignados por el Congreso.

La organización francesa Reporteros sin Fronteras denunció hoy lo que considera un preocupante deterioro de la libertad de prensa en Estados Unidos.

Fuente: Inforpress/Lusa

Redacción Internacional

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