El suicidio de Daniela Beltrán, no soportó perder el reinado con Catalina

La hija de ‘la Diabla’, en la tercera temporada de ‘Sin senos sí hay paraíso’, no soportó quedar de segunda en el reinado, del que estaba segura iba a salir ganadora. Hubo una balacera ordenada por ‘la Diabla’ en la que mueren los del jurado. Es, sin dudas, una serie llena de emociones.

Cultura y entretenimiento

Sábado 12 de enero del 2019

Con una cuchilla, de esas de afeitar, es que Daniela Barrera (Johanna Fadul) –la hija de la Diabla– se corta las venas de sus brazos y muere en un centro asistencial mientras es atendida en la sala de urgencias, porque los médicos no pudieron parar el sangrado.

Daniela no pudo soportar que Catalina se ganase el reinado, su más anhelado sueño, por el que su madre había pagado una gruesa suma de dinero para comprar a los jurados.

Jessica descubre a su hija mal herida en el baño de su habitación en el hotel, después del reinado.

A los pocos segundos de haber ingresado la paciente sale una enfermera al pasillo y dice que se necesita sangre tipo A positivo, es en ese momento cuando Jessica o la Diabla (interpretada por Majida Issa) salta a su paso diciendo que era su tipo de sangre. La demora fue que Jessica se negaba ante la enfermera de que le practicaran una prueba de laboratorio a su sangre, para descartar algún tipo de enfermedad.

En efecto Jessica es portadora del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), ese fue el resultado del análisis de laboratorio. Ella no logra saberlo, las enfermeras no alcanzaron a comunicárselo, porque ocurre lo peor.  

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Cuando terminaron de extraer la muestra llegó otra enfermera con la noticia, que Daniela había fallecido. Jessica corre hasta el sitio en donde permanecía su hija, sobre una camilla y cubierta con unas sábanas blancas.

Jessica abraza a su hija Daniela, mientras las enfermera le dicen que la deje que está muerta.

Las enfermeras corren detrás de ella intentando evitar que se le acercara, forcejean y es cuando ingresa el escolta de ‘la Diabla’, amenaza a todos con su pistola. Jessica en medio de gritos se lleva el cuerpo sin vida de su hija, como estaba, sobre la camilla. En el camino se cruza una agente de la TEA, intenta impedir que se lleva el cadáver, es entonces cuando Jessica saca de entre sus ropas una pistola y dispara, acabando con la vida de la detective.

Jessica lleva hasta su casa el cadáver al que somete a un proceso de embalsamiento y en una habitación mantiene a su hija sentada y maquillada, a quien le habla. De vez en cuando sale en horas de la noche con ella en su carro, siendo que algunos logran verla y hasta llegan a afirmar que está viva.

Redacción Cultura y Entretenimiento

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